Una vez más, las niñas.

La violación y la violencia sexual son delitos generalizados en Nicaragua la mayoría de las víctimas son niñas. De las más de 14.000 denuncias de violación registradas por la policía en 10 años, dos tercios eran menores de 17 años y la mitad no habían cumplido los 14.
Los autores más habituales son familiares,
las víctimas se ven presionadas a guardar silencio.



La sociedad culpa a las niñas.
En muchos casos, la violencia sexual sólo sale a la luz cuando las niñas descubren estar embarazadas.
Hace dos años, Nicaragua tipificó como delito todas las formas de aborto obligando a las niñas a continuar con un embarazo consecuencia de una violación.
Las víctimas están demasiado asustadas para hablar y, si se deciden a denunciar, se enfrentan a enormes obstáculos y a un trato inadecuado por parte de policías, fiscales y jueces.
Los fallos y la falta de recursos del sistema de justicia nicaragüense hacen que, a menudo, los agresores queden libres.

El gobierno nicaragüense tiene la obligación de prevenir la violencia
sexual contra las niñas en Nicaragua, de proteger a las sobrevivientes y
de garantizar que tienen acceso a la justicia y a la reparación.

Un informe de Amnistía Internacional, titulado:

‘escucha sus voces y actúa, no más violación y violencia sexual
contra niñas en Nicaragua’
Revela cómo en el país las niñas se enfrentan a enormes obstáculos para denunciar la violencia sexual y, por ello, la gran mayoría sigue sufriendo en silencio.   

El informe se basa en entrevistas llevadas a cabo por Amnistía Internacional en Nicaragua durante 2008, 2009 y 2010. Entre las más de 130 personas entrevistadas había 35 niñas y jóvenes de entre 10 y 20 años que habían sido violadas, un niño de 7 años también violado, y 10 madres de sobrevivientes de violación.

Nicaragua es un país que se  considera una República democrática, participativa y representativa’,
amnesty.org